lunes, 29 de octubre de 2007

el yo, el otro y la ley.

Resumen



El objetivo de este ensayo es; exponiendo los argumentos con los que Tugendhat establece en el reconocimiento del “yo” la objetivación del otro, el otro como parte de la egocentricidad, y viceversa, el otro como elemento que hace palpable al “yo”, en tanto referencias de un lenguaje que trabaja con términos singulares y predicados. Exponer, de acuerdo a la lectura de Marqués de Sade y algunos autores que escriben sobre él (Georges Bataille y Leopoldo María Panero), La tentativa de establecer al otro más allá que un producto del “yo”, un producto de la ley. Así pues, dilucidar como la ley es un aspecto fundamental en la configuración del yo.



Introducción



Nadie pondría en duda que el problema de lo bueno (en todas las acepciones que nos pueda traer esta palabra), es transversal en la historia de la humanidad, desde los tiempos mas remotos pensadores de la talla de Platón o Aristóteles, nos intentaban exponer las maneras mas adecuadas o mas certeras de situarnos frente a esta problemática, refiriéndose a lo moralmente bueno podemos encontrar una concepción de lo bueno prudencial (como lo llama Tugendhat), o sea, bueno para “sí mismo”, noción que más adelante se ve corrompida por la de la moral cristiana, que establece la ley moral como autoritaria, regida desde fuera de este mundo, ya sean sagradas escrituras o voluntad divina, luego como símbolo de la moral moderna podemos encontrar a Kant, que en resumidas instala la moral en la autonomía. Sin embargo se puede decir que un consenso general sobre lo bueno moral en nuestros días es en tanto se respetan las exigencias mutuas dentro de una comunidad.
Sin embargo esto no deja de traer problemas, Aristóteles ya nos hablaba de dos tipos de voliciones de bueno, la sensible y la deliberativa y se sustentan respectivamente, una sobre el mero instinto, sobre la relación inmediata con el


placer y el dolor, atribuida principalmente a los animales, la otra sobre el supuesto de que el ser humano instala un segundo tipo de motivación, aquí ya no se deja influenciar por lo que respecta al placer o al dolor, sino que aquí lleva de por medio una reflexión enfocada hacia lo bueno/mejor. Así pues, en tanto lo bueno prudencial inevitablemente se enfoca hacia un bienestar futuro y bajo los supuestos morales ya vistos, este inevitablemente se ve objetivizado por una ley, cualquier estructura social necesita prohibir para mantenerse. Es aquí donde se puede instalar la problemática del otro y visualizar como se nos puede instalar un triangulo conformado por el yo, el otro y la ley, un triangulo que puede tener dos lecturas 1) el yo produce al otro y la ley anula al yo 2) la ley produce al otro y el yo anula la ley (téngase en cuenta dentro de una imposibilidad, un acto inmoral).



1 El otro en Tugendhat



Cuando uno dice yo puede objetivisarse (egocentricidad), y objetivizar a los otros y lo otro, o sea, entender que hay una multiplicidad de yo más, en tanto esta conciencia uno logra ver al otro, lo otro y uno mismo son referencias de que hay un lenguaje que trabaja con términos singulares y predicados.
Es el mismo quien desde nuestra capacidad de reconocernos delimita lo otro como una referencia del mundo en el que el mismo yo es otro elemento. Lo otro es la referencia que hace palpable al reconocimiento del yo como identidad (egocéntrica), y también hace reconocer al yo que hay muchos como él.



2 Sade y el otro



Para poder aproximar un poco mas la concepción del otro en Sade habrá que referirse primeramente a lo que la imposibilidad refiere (entiéndase imposibilidad como prohibido; véase, “Sade o la imposibilidad”; Leopoldo María Panero, “Cuentos, historias y fabulas; Marqués de Sade, 1999, adimat libros, España), Lo imposible no es lo prohibido por alguna ley, sino que por toda ley, es lo que escapa a toda razón social, lo que no está inscrito en un sistema de relaciones humanas, lo que rompe el circulo de reciprocidad entre el yo y el otro. En tanto esto el otro se presenta en su ausencia, en su función de no-persona, esto es lo que hace posible pensar su desaparición. El otro se presenta al yo como la ley y al desaparecer esta desaparecen ambos.





3 Sade y la moral




Desde los tiempos mas remotos se ha entendido que el mundo padece una dicotomía a lo que a materia y espíritu refiere, y donde siempre se ha concedido el papel de bueno a lo espiritual y de malo a lo material, ya en Platón se podía vislumbrar que el mal se hacia facto cuando la razón era dominada por la materia, este es el vuelco que da Sade, este entiende que el mal se manifiesta cuando la razón domina las pasiones, para ejemplificar; este mismo declara estar en contra de la pena de muerte, porque al establecerse como una ley “racional”, rompe con toda la pasión por la que un verdadero asesino mata a su victima (véase, franceses un esfuerzo mas si queréis ser republicanos; filosofía en el tocador, Marqués de Sade), dice Geoges Bataille acerca de la moral Sadiana, que el bien no puede originarse en la razón, por que el bien nada tiene en si mismo que se le asemeje al placer, de suceder de esta forma se debería recurrir a una voluntad divina para entender lo moral, pero dentro de este mismo aspecto se postula la posibilidad de la inexistencia de dios, y de serlo así es precisamente la moral la que a dejado de aceptarse. Esto a grandes rasgos (véase, Sade y la moral; Georges Bataille).



4 desarrollo del problema




Ahora bien, expuestos los puntos anteriores, es adecuado establecer una reflexión acerca de las posibilidades o congruencias posibles a partir de todo lo desarrollado, Principalmente mostrar en que medida es la ley la que determina al yo.
Partiremos desde Sade, para poder ilustrar como esta anulación del otro a manos del yo es solo posible en el acto de la escritura, ya que solo en esta se puede realizar libremente la entrega a las pasiones, La realización Sadiana de la anulación del otro es un acto que se consigue primeramente desde la anulación de la ley, desde la palabra objetivizada, por lo tanto esta realización no lleva mas consigo que la muerte del lenguaje y en tanto el lenguaje es la facultad que objetiviza al yo, es la inevitable muerte de este, la deshumanización, el retorno a lo animal. Desde aquí también se podría inferir que la escritura Sadiana se anula a si misma como posibilidad de ser llevada a la practica, en tanto la anulación del lenguaje es la anulación de la escritura.

La ley moral Sadiana se nos presenta como una alternativa, pero como ya quedo demostrado, es imposible su realización dentro de una sociedad, ni siquiera(como en algún momento lo postulo Sade), con que las leyes sean cambiadas a favor de las pasiones.





5 conclusion



-Así pues, desde este punto podemos reafirmar que la idea de bien moral es en tanto el otro se establece como ley y yo la acato en tanto este la acate de la misma forma, porque es esta relación es la que nos establece como distintos a los otros animales, el establecernos leyes como primer eslabón arrojado desde el lenguaje proposicional. De esta manera es como nos relacionamos como humanos.

domingo, 30 de septiembre de 2007

gran exito constitucional


Otro lunes en Coronel Souper con Nicasio Retamales. Son las 8:31 Am, hora a la que suelo llegar (téngase en cuenta que la hora de ingreso es a las 7:45), el cigarrillo mañanero agiliza un poco los sentidos y permite asegurar la mochila en estas peligrosísimas calles. La llegada seria agradable si no fuera por la pipeñísima recibida que te da el último inspector, que con la sola mirada es capaz de dejarte ebrio.
Importante acotación: ni se te vaya a ocurrir llegar con ganas de mear, ya que desde que sorprendieron en los baños a una pareja gay en actos poco decorosos los abren solo en los recreos.
Entrar a la sala es un asunto caótico: el curso te recibe con una ovación burlesca, mientras el profesor a punto de un colapso nervioso intentando enseñar una suma de 4 dígitos. También hay profesores que dejan al borde del colapso a sus alumnos (mención honrosa para la señorita de ingles), menos mal que no es invierno porque estaríamos locos y anegados.
Si es lunes nos llaman al acto cívico. Ahí gritamos un par de improperios a los inspectores y camboamos el puro chile, por el pura chicha lo que hace el evento un poco menos agobiante. Luego, unas cuantas y poco productivas clases, y al recreo: la hora en que el “cumismo” (de Cuma se entiende), se apodera de cada rincón. Escándalos amorosos gay, la discusión sobre la paternidad de tal o cual guagua y el pavoneo del tipo que pega mas tajos. Como en todos los barrios marginales, aquí los top son el güeno pa la pelota o el que fuma pasta base de más chico. No es difícil divisar un ratón suicida saltando desde el techo o a una paloma arrogando uno de sus huevecillos desde lo alto.
Lo que sigue, ya se sabe: mas clases, mas embarazadas, mas lauchas voladoras, mas vidrios rotos. Si. Este es el LECEO METROPORELANO.

THE CLINIC 2004

domingo, 23 de septiembre de 2007

pasión carnal

Ni siquiera esperó a que doña Lucía le desease una bonita velada para abalanzarse sobre aquella, la subió al auto y partió a su casa embravecido. El bólido echaba humo, mientras que ella nerviosa a su lado emanaba el perfume del hambre, en efecto, era su primera vez y el gordo bestia que conducía la saboreaba con la vista, solo quería que todo fuese rápido, al menos ella.
Rosada, robusta, aunque no era de las mejores su ternura y frescura lo cautivaron, ya veía sus jugos unirse en aquel magno espectáculo.
La carretera se extendía cada segundo y ya no hallaba la hora de cumplir con su cometido, instintivamente la arrasó con una mirada fulminante y le dijo- tu lecho debe estar calentito- a lo que esta respondió con un súbito sobresalto.
Era de esas noches donde las luces sofocan y la cremallera terrorista del pantalón estaba punto de estallar, sin pensar depositó su mano sobre la víctima acariciándola con un movimiento ondulante. De súbito un tibio fluido carmesí comenzó a apoderarse de aquel asiento forrado en piel de leopardo, una escena que sin lugar a duda vuelve agua los sentidos.
Ya eran un cuarto para las once y su cuerpo pedía a gritos cumplir pronto con el ritual semanal, las manos ninja se desvanecían en las envolturas de su musa la que ahora parecía estar disfrutando de sus últimos momentos.
Una violenta desesperación sumergió la llegada a la casa provocando repetidos errores en la búsqueda de la llave correcta.
La presa que apretaba en sus manos se veía sofocada, parecía fundirse a sus pies. La sutileza que solía emplear se desvanecía por completo, comenzó a actuar con ímpetu troglodita, como ya lo había dicho su lecho estaba caliente y aquel fulgor se dejaba sentir en el aire, su esquizofrénico estado de conciencia lo hacía arrastrar las piernas hasta que al fin logró abrirla con un tajante movimiento para luego depositar todo lo que tenía sobre ella. Sus fluidos chirriaban al contacto, el sudor dejaba ver que este juego se transformaba en algo luciferino, todo se puso más denso cuando sirvió aquellas 2 copas de vino, la primera la bebió de un trago y la otra la abalanzó de a poco sobre su víctima, el olor que emanaba era la mayor satisfacción para cualquier mente hambrienta. Su musa ya estaba rendida, un pequeño descanso antes de comenzar con el fin de la función.
De forma lenta la empezó a besar, a desgarrar poco a poco, trozo a trozo hasta el fin.

Aquella posta plateada estaba tan buena como la que compraba cada sábado en la carnicería de la señora Lucía para satisfacer su pasión carnal.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Es bien sabido que haberse establecido a orillas de ríos a sido fundamental en el desarrollo de las mas grande civilizaciones ya sea la egipcia con el rio Nilo o la babilónica en el Tigris y el Éufrates.
Todo rio es relacionado con fertilidad, hermosos parajes, aguas cristalinas, especies que deleitan el paladar ¿o no? Lo repito, rio (lo imaginan), rio (¿hermoso no es verdad?), rio (y es la única forma como lo pueden concebir).
Pues hay ríos que no son para nada cristalinos, esos que parecen guardar grandes secretos en sus profundidades ( en verdad profundos no son, pero sus aguas chocolatosas los hacen ver sublimes), ríos que solo bañan piedras, cartones y tablas. En donde lo mas vivo son los perros con anónimos huesos entre sus fauces y uno que otro arenero casi vivo. Los totalmente muertos abundan, los que solo mueven su cabeza de un lado a otro en busca de algo verde o no verde (esta condición determina para que lado correr).
Sí, vivo a orillas del Mapocho, el mítico rio que la historia de chile a marginado junto a su gente. Yo creo que por que somos de los pocos que podemos afirmar los abusos y aberraciones que ocurrieron en los años que eran turbulentos en el país, porque cada día posterior a los toques de queda veíamos pasar esas masas sanguinolentas, esos desfiles de extremidades, y nosotros niños de aquel entonces con un natural gesto de mano los despedíamos mientras se perdían a la mirada de nuestra corta estatura. Los niños de mas abajo, los futuros delincuentes como decía mi mamá (paradojalmente fue todo lo contrario), jugaban a tirar piedras a los cadáveres asimilando la barbarie de aquellos años, el verdadero motivo de las piedras era la rabia contra el finado por no haber podido seguir luchando. Por otra parte los más viejos lloraban desconsolados la sangre que inundaba sus rojas banderas, el color rojo que a estas alturas les estaba causando temor más que esperanza. Lloraban sobre sus banderas, sobre la hoz y el martillo cuando aun no se oxidaban (quizás el oxido fue motivo de tantas lagrimas), cuando la hoz aun era hoz y el martillo todavía no mutaba en reloj, ni sotana negra, ni calavera.

jueves, 13 de septiembre de 2007

en ti (poema de pendejo otaku y enamorado)

Busqué en todos lados
Tras los cuadros, en las agujas del reloj,
En la copa que rasgó mis labios,
En el sol de los cigarrillos nocturnos
Sobre mi espalda
En los ladridos del perro de familia
Entre las gotas de lluvia
En pesadillas ajenas
En la respiración de mis amigos
En la quinta pata del gato
Busqué en los palitos de helados promocionales
Incluso en los pajares
Mientras las agujas destrozaban mis dedos
Hasta que al fin encontré lo que buscaba
Luego de arreglar un par de costillas
Limpiar las uñas
Poner los cuadros, ajustar el reloj
Tomar un trago
Botar las cenizas
Enderezar el cuello
Silenciar a los animales
Someter al sol
Soñar
Hacerme de enemigos
Odiar la genética
Destemplar mis dientes
Y sanar las llagas
Estaba listo para volver a amar.
Me e encontrado a mí mismo
Dentro de ti.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

epifónema (poema de quinceañero otaku y melancolico)

Probablemente esta sea la última noche
que mi mano tiembla ante el cuadernillo,
anhelo escribir sobre astros apagados
y con mi poesía volverme uno.
Arranco la página más afilada de mi cuaderno garabateado,
el poema de aquel día,
el maldito poema que habla sobre nosotros,
el maldito poema que jamás debió nacer,
el maldito poema que extraviaste entre tus cartas de amor por enviar,
no precisamente a mi.
El maldito sentimiento que guardaste bajo la almohada.
Remuevo el aire de mi ahogo,
perfilo tu puta creación para cercenar mis venas,
para plasmar en mi piel los estigmas de un nuevo día
y confirmar que por mi cuerpo no fluye exactamente sangre.
Ejército de cuervos galopan entre mis sombras,
aún no saben que pueden volar, caen sobre esta Biblia, bajo mis pies,
¿Ahora busco a dios? ¡Sacrifíquenme! Ya soy un cadáver.
El humo del cigarrillo embalsama esta pieza fría,
Sangre, cenizas,
oscuridad, estrellas,
Un firmamento a mis pies espera su beso de buenas noches,
Sangro, tiemblo
vuelve a mi cabeza la santísima trinidad,
tu, la que fundió tres cuerpos en uno
Amén.
Perra, hasta en el momento de mi muerte escribo de ti.
Pasado, presente, futuro,
Mera casualidad,
El tiempo se detiene, mis lágrimas lloran ojos,
No quiero ser,
No quiero estar,
Mis dedos se destruyen ante 10.000 voces del idioma castellano
Los brazos, las piernas, las vértebras se disuelven.
esta pluma taladra los párpados a cucharadas y sonrío,
Al fin veo la realidad, desde el suelo,
mientras me extingo.
tocan a la puerta,
Probablemente eres tu
¿Cómo recibirte?
No hay nada para ofrecer
además de un cuarto carmesí.

lunes, 10 de septiembre de 2007

filantropófago

Surco contra el viento
con extremidades intactas y sonrisa arrendada
limpio, blanco, pulcro
pisadas de hierro,
erguido como bandera a media asta
dibujando aldeas globales en mis pupilas
congestionado, escupiendo monopolio en cada hogar
regalando coprofagia a los más necesitados
bebiendo petróleo,
comiendo amaneceres para una nueva era
aminorando el peso sobre este planeta.

Ahí vienen los niños
Empalados, crucificados, desollados
Sumiendo las armas en sus pequeños dedos frágiles
Incapaces de un tiro certero
Apuntando a sí mismos
Mirando el cielo boca abajo
Tragando sus lagrimas,
Ocultándolas tras las utópicas promesas de vida eterna.

Las llamas son de artificio
Las explosiones el sonar del teléfono airado
el grito de guerra se mimetiza
en bonitas poesías de amor
amor a la sangre
amor al lamento
amor al dolor.

Salven a los niños
Salven sus cuerpos
AUN HAY HAMBRE QUE SOLVENTAR
Véanlos emanar el néctar del terror impune
Denle sepulcro dentro de una olla
O mueran de hambre.

Quien este libre de pecado que lance la primera piedra
Amor a sus muertes.